Nuestra bodega comienza en el almacén de una antigua panadería, propiedad de mis abuelos. Comenzamos haciendo 3000 botellas después de una larga trayectoria de producción de vino realizada por mi padre desde su adolescencia.

Cuando dimos el gran salto a la D.O. Ribera del Duero en el año 2009 se incrementó nuestra producción y  pasamos de las 3000 botellas a 30.000 a día de la actualidad, ese fue un gran paso, y una recompensa a nuestro esfuerzo durante años.

En Bodega Cid Bermúdez cuidamos todos los detalles en el proceso de producción de nuestro vino, cabe destacar que nuestra elaboración es tradicional, en depósitos pequeños y por tanto tenemos un control exhaustivo en todo el proceso.

Nuestra protagonista, la uva, es procedente de viñedos propios, es cuidada al mínimo detalle a lo largo de todo el año por nosotros mismos, desde la poda hasta la vendimia.

Nuestra filosofía de bodega familiar en la que prima la calidad por encima de la cantidad es inamovible. Siempre perseguimos resultados excelentes que nos han llevado al éxito de nuestra comercialización.